martes, 24 de junio de 2014

La Regenta, Capítulo XXVI: Una vista.

Esta entrada tiene como enfoque un analisis de un fragmento en particular, desde "El Jueves Santo Llegó con una noticia que había de hacer época en los anales de Vetusta"...hasta: "Una hora antes de obscurecer salío la procesión del Entierro de la Iglesia de San Isidro".

Este fragmento empieza con una conversación entre la marquesa, algunas amigas suyas y Obdulia, en la que están contando de un "bombazo" que iba a pasar. Ana había decidido de vestirse de nazareno para la proseción del Viernes santo. Como ya podemos imaginar, ella recibe mucha crítica de los otros personajes, dado que la mayoría no están de acuerdo con el hecho de que va a ir "descalza" <Obdulia>, a un día religioso. Esto es muy típico del carácter de Ana; como ya sabemos es una mujer infiel y comete adulterio de manera frecuente. Además, ella ya había prometido al Magistral que iba a mostrar su fidelidad, femeninidad y respeto.

Como ya he destacado, la comunidad oponen su decisión, debido al hecho de que su vista es muy influída por la sociedad en la que viven- en la que la Iglesia y sus valores y pensamientos predominan. Como una "regla", en esta sociedad, suelen criticar a los que no siguen las "normas sociales", inoficiales, establecidas por la sociedad en la que vive. Evidentemente, Ana es una mujer que no conforma con lo que espera ni quiere la sociedad; es muy independiente, falta respeto y lo que hace es intentar de estar fuera de la conformidad y las reglas impuestas, o sean inoficiales.

¿cuándo ha visto Ana que una señora fuese en el Entierro detrás de la urna con hábito, o lo  que sea, de nazareno…?


Para concluir, en este fragmento hemos visto elementos que destacan la importancia de la Iglesia y la religión, la crítica de los ciudadanos y como el personaje de Ana refleja todo lo contrario de lo que quiere la sociedad y la época en la que vive.

domingo, 22 de junio de 2014

Don Juan Tenario


El genio de Zorrilla como poeta se advierte en la fluidez y musicalidad de sus versos, estos están inspirados en leyendas medievales y de la época imperial.
Destacó más en la épica con largos poemas narrativos. Su poesía fue publicada en varios libros, el primero fue “Poesía” (1837), que se fue ampliando hasta 1940, después escribió una serie de leyendas españolas escritas en verso.
Zorrilla fue un autor dramático que consiguió al publico, gracias a los esquemas teatrales del Siglo de Oro Español, y manteniendo la intriga hasta el final de la obra, que es cuando se resuelve.
Entre sus obras más destacadas están: “El puñal del Godo” 1843 y “Don Juan Tenorio” 1844.

Nosotros nos vamos a centrar en la obra “Don Juan Tenorio”:


El autor se basa en un personaje ya existente en la literatura, Don Juan presente en la obra “el burlador de Sevilla” de Tirso de Molina.La grande novedad en su obra es el personaje de Doña Inés que hace posible la salvacion de un libertino.
La acción sucede en Sevilla a mediados del siglo XVI durante el reinado de Carlos I
El drama se divide en dos partes que se desarrollan en una sola noche cada una. Entre la primera y segunda parte transcurren 5 años.
Durante las fiestas de carnaval en Sevilla, se reúnen  Juan Tenorio y  Luis Mejía. Ambos han estado durante un año luchando en el extranjero  y durante este tiempo habían apostado quien de los dos sería más malvado. Don Juan vence pues ha matado a más hombres y ha conquistado más mujeres que  Luis. Sin embargo Mejía no acepta la derrota y le pide a Don Juan que para ser declarado vencedor tiene que unir una monja a  sus conquistas .
D. JUAN:
“Desde una princesa real
a la hija de un pescador,
¡oh!, ha recorrido mi amor
toda la escala social.
¿Tenéis algo que tachar?”
D. LUIS:
“Sólo una os falta en justicia.”
D. JUAN:
“¿Me la podéis señalar?”
D. LUIS:
“Sí, por cierto: una novicia
que esté para profesar.”
D. JUAN:
“¡Bah! Pues yo os complaceré
doblemente, porque os digo
que a la novicia uniré
la dama de algún amigo
que para casarse esté.”

 Don Juan  acepta y además incluye también  en la nueva apuesta a la novia de Luis Mejía . La conversación es escuchada por don Diego –padre de Don Juan- y don Gonzalo – padre de la novicia doña Inés, quien pretendía acordar  con don Diego el matrimonio de sus respectivos hijos-.  Tras escuchar las barbaridades que ha cometido Don Juan, D. Gonzalo, con la aprobación de Don Diego,  rompe el compromiso de matrimonio.
Durante toda la noche Don Juan se dispone a lograr las dos conquistas y Luis Mejía,  a su vez, intentará evitarlo. Primero Don Juan va a la casa de la novia de Mejía,  pero éste se enfrenta con Don Juan y se lo impide; después Don Juan va a buscar a la novicia a su convento. Aquí es donde gracias a la intervención de Brígida en el papel de medianera o alcahueta, la novicia Inés muestra interés por Don Juan, pero sin ceder a sus encantos. Durante este primer encuentro, doña Inés cae  en los brazos de Don Juan quien aprovecha para raptarla y llevársela  hasta su villa. Allí es donde logra enamorarla.


DOÑA INÉS:
  “ No sé; desde que le vi,           
Brígida mía, y su nombre            
me dijiste, tengo a ese hombre              
siempre delante de mí.               
   Por doquiera me distraigo      
con su agradable recuerdo,       
y si un instante le pierdo,           
en su recuerdo recaigo.              
   No sé qué fascinación               
en mis sentidos ejerce,               
que siempre hacia él se me tuerce        
la mente y el corazón;  
   y aquí, y en el oratorio,
y en todas partes advierto         
que el pensamiento divierto    
con la imagen de Tenorio.”

Finalmente, Luis Mejía (que había advertido al padre de Inés) llega  junto con don Gonzalo, hasta la casa de Don Juan para liberar a la novicia, pero en la lucha,  Don Juan mata a los dos y tiene que huir para escapar de la justicia.

EN LA SEGUNDA PARTE
 Han pasado cinco años. Don Juan ha estado en Italia (Napoles). Cuando regresa a su casa descubre que han muerto su padre y doña Inés. Su padre, antes de morir, desheredó a su hijo y mandó construir en su casa un cementerio en honor a las victimas causadas por Don Juan.
Don Juan se ríe de todo esto y sigue mostrándose sin respeto.
En un momento, cuando Don Juan se queda solo, la estatua de doña Inés toma vida y le habla. Le pide que  se arrepienta de sus pecados para que puedan estar juntos en el cielo (ahora es doña Ines la que ha hecho una apuesta  con Dios y ha apostado su propia alma para poder salvar la de Don Juan si logra que se arrepienta de sus pecados). Don Juan cree que todo es una ilusión de su imaginación, y, a despecho, se dirige hasta la estatua de don Gonzalo para invitarle a  cenar esa misma noche a su casa .
Cuando Don Juan con otros dos amigos están en la cena, aparece  la estatua de don Gonzalo que le anuncia que pronto va a morir. Sólo Don Juan puede ver la estatua por lo que piensa que sus amigos se están burlando de él. Luchan y Don Juan muere.
En el acto final Don Juan està  en el cementerio,   esta vez  como espectro pues ha muerto en el duelo anterior. Se vuelve a aparecer la sombra-fantasma de doña Inés que le pide que se arrepienta y que por amor trate de salvar su alma pecadora, Dios tendrá misericordia y al fin, en la otra vida, los dos amantes podrán estar juntos.  Don Juan lo hace y termina la obra con la unión de las dos almas enamoradas que juntas ascienden la cielo.
DOÑA INÉS:
“Yo mi alma he dado por ti,       

y Dios te otorga por mí
tu dudosa salvación.     
Misterio es que en comprensión            
no cabe de criatura,      
y sólo en vida más pura               
los justos comprenderán           
que el amor salvó a don Juan
 al pie de la sepultura.”

El tiempo en el drama está  justificado por las necesidades de la intriga y la acción por eso los hechos suceden en una sola noche en cada acto, por otro lado era necesario que pasara un largo periodo de tiempo  para que Don Juan tuviera que enfrentarse a su destino, viera su casa convertida en un cementerio y también para que el amor entre él y doña Inés resultara más real, puro y  duradero.
 Llama la atención la gran cantidad de  escenas fantásticas e irracionales del drama, como la primera del segundo acto de la Segunda Parte, cuando la estatua de don Gonzalo entra en el comedor de Don Juan sin  abrir la puerta cerrada (La estatua de Don Gonzalo pasa por la puerta sin abrirla, y sin hacer ruido).  O cuando la estatua de doña Inés toma vida y habla.

Don Juan Tenorio es un personaje egoísta e inmoral pero también fiel a su palabra, romántico y emotivo. Al principio es un hombre extraordinario que se enriquece y se crea una gran fama por sus hazañas pero al transcurrir la obra se torna como un hombre truhán y pendenciero. Tiene un gran don de palabra con el que conquista a las mujeres. La única meta que tiene en su vida era conquistar a todas las mujeres posibles para luego dejarlas  pero acaba enamorándose de Doña Inés .
Otro de los aspectos temáticos mas estudiados en la  obra es  la conversión final que sufre el héroe. Hasta el estreno del Don Juan Tenorio, los héroes románticos eran seres marginales, llenos de valor y arrogancia, capaces de sentir con una fuerza superior a la del resto de los mortales y estaban también perseguidos por un destino fatal, pero ninguno se arrepiente de su forma de vida. Se quejan de su destino, protestan contra la injusticia del mundo en que les ha tocado vivir, pero no se arrepienten. Sin embargo, Don Juan al final es capaz de arrepentirse de sus pecados, de reconocer sus errores y todo por el amor de doña Inés.
La crítica ha interpretado esta conversión del héroe como la transición de un héroe romántico a un modelo de caballero burgués. Es decir, Don Juan pasa de ser un hombre que transgrede las normas sociales, alguien que vive libre al margen de la sociedad y sus reglas, para terminar aceptando el orden familiar y moral-religioso  representativos de  la sociedad burguesa. 

Doña Inés. Representa la heroína romántica . Hermosa, joven, dulce, fiel, pero a la vez rebelde y con personalidad. Es capaz de oponerse a los deseos de sus padres por seguir su amor. Presenta un cambio significativo respecto a la heroína de otras obras románticas y es que se muestra también como una mujer que interviene en el destino del héroe, es este caso evitando que vaya al infierno por sus crímenes y que, en cambio, suba al cielo.

el amor es el sentimiento principal ya que todos los hechos se mueven por él. Juan Tenorio empieza la obra siendo un rufián y confundiendo el amor con el placer pero se acaba enamorando de Doña Inés y en la hora de su muerte se da cuenta de que estaba equivocado y pasa el resto de la eternidad con ella. No solo está presente en torno a estos dos personajes si no que también se muestra el amor padre-hija en el caso del comendador y el amor entre Doña Ana y Don Luis.

El estudiante de Salamanca.

El estudiante de Salamanca

                                                                                                                       José de Espronceda
Este poeta y revolucionario fue uno de los más grandes románticos españoles, el más popular del siglo XIX. Su vida integra la rebelión moral y la política, y su estilo se caracteriza por las imágenes arrebatadas y la permanente contradicción de dos estados anímicos: la exaltación y el desaliento.

La primera parte comienza con una descripción de Salamanca y de Don Félix de Montemar (éste será la representación de don Juan). Don Félix enamora a doña Elvira, le quita su honra, se cansa de ella y la deja. Desde el primer acto don Félix desafía a Dios; parece no creer que exista un infierno.
En la segunda parte Doña Elvira le escribe una carta a su amado don Félix, al terminar la carta muere por tanta pena y dolor.
En la parte tercera  Don Félix está jugando a las cartas, está perdiendo el juego y apuesta el retrato de pedrería. Don Félix no muestra importancia alguna por la dama que en está en el retrato, de hecho dice que la vende:

 “Eso a vos no importa nada.
 ¿Queréis la dama? Os la vendo”

 Momento en el cual aparece don Diego de Pastrana, hermano de Elvira y desafía a duelo a don Félix para vengar la muerte de su hermana.
En la ultima parte Don Diego muere a manos de don Félix. Vuelve aparecer la imagen de Jesús, pero don Félix no muestra temor. Poco después de la muerte de don Diego aparece una mujer vestida de blanco y don Félix le ofrece su compañía, éste intenta hablar con la mujer, pero la misma no le responde, entonces decide seguirla para saber quien era esa hermosa mujer y hacia adonde se dirigía. Don Félix se enfrenta a Dios, momento en el cual se le quita su rebeldía. Para sorpresa de don Félix la mujer lo guía hasta el cementerio, pero su curiosidad era tan grande que continuó persiguiéndola. Esta mujer lo ha llevado hasta una capilla en la cual don Félix contempla su propio entierro rodeado de esqueletos. Los esqueletos danzaban y decían que eran marido y mujer, que ya podía quitarle el velo a la novia, y cuando éste lo hace se queda pasmado al ver que era doña Elvira.


Al describir a Elvira la presenta como el prototipo de mujer romántica, por sus ojos lánguidos, por su timidez e inocencia, por su irremediable abandono amoroso y por su locura final. Esta obra incluye todos las características románticas, por lo que es una de las mejores representaciones del Romanticismo español.
Varios temas de los usados forman ya parte de la tradición: la locura del protagonista, la ronda espectral, la visión del propio entierro y la mujer transformada en esqueleto.


Es un impresionante poema de la noche y de la muerte, el tiempo en el que transcurre se sitúa entre la medianoche y el amanecer. Muestra una romántica concepción del amor. Tiene una versificación polimétrica que está íntimamente relacionada con las variaciones del tema, unos cambios de métrica y ritmo condicionados por el contenido. En los momentos de más tensión los versos son más cortos lo que da la impresión de que la acción transcurre más deprisa. Otros momentos como los de euforia, énfasis, melancolía y la lóbrega danza fúnebre los versos también son diferentes.

El autor rompe con la cronología lineal, propia de la vieja literatura, acaba con la secuencia temporal del relato y desarrolla una formulación romántica del conflicto entre la felicidad y la desdicha, entre la realidad y el sueño de una perdida felicidad inocente.

La Regenta


La Regenta es una novela realista, con toques naturalistas. Su autor es Leopoldo Alas Clarín (Zamora 1852- Oviedo 1901) que,a  través de sus artículos, reivindicaba la renovación literaria e ideológica de España.
 “La Regenta” se escribió ente los años 1884 y 1885. Esta novela se origina debido a dos circunstancias sociales que se dan en la segunda mitad del siglo XIX:
La primera es el ascenso al poder por parte de la burguesía.
La segunda circunstancia fue debida a la aparición de una nueva sociedad urbana, consecuencia de la industrialización.

A través de “La Regenta” su autor critica los prejuicios y la hipocresía de la sociedad de su época y hace una importante denuncia de la represión de una religión (el cristianismo) que frustra a sus protagonistas. Clarín  hace un retrato psicológico detallista de los lugares donde se mueven los personajes de su obra. Para ello utiliza un estilo muy cuidadoso y riguroso.
En la obra aparecen descripciones muy parecidas a las costumbristas , sigue la escuela naturalista a la cual pertenece esta novela y se puede considerar como  el máximo exponente en España.

Concretamente comentamos el capitulo XXVI que encontramos en la segunda parte de la obra; el autor nos cuenta que la Regenta decide participar a la procesion del Viernes santo como penitente porque se siente culpable por haber bailado con Don Alvaro Mesìa.
Ana toma una decisión sin tomar en consideracion la voluntad de su marido aunque esta mal visto por él y por el pueblo (estamos en una época en la que la voluntad del marido es màs importante de la que la mujer)

 “ El caso es... que cuando yo creía tenerla dominada, cuando yo creía que el misticismo   y el Provisor eran agua pasada que no movía molino... cuando yo no dudaba de mi poder discrecional en mi hogar... a lo mejor ¡zas! mi mujer me viene con la embajada de la procesión..”
“-¿Y el pobre calzonazos dio su permiso? -dijo Visita, colorada de indignación-. ¡Qué maridos de la isla de San Balandrán!”

Por otro lado la reacción de la burguesia es de critica y no sabe asimilar esta decisión :
“ La Marquesa no acababa de santiguarse. «Aquello no era piedad, no era religión; era locura, simplemente locura. La devoción racional, ilustrada, de buen tono, era aquella otra, pedir para el Hospital a las corporaciones y particulares a las puertas del templo, regalar estandartes bordados a la parroquia; ¡pero vestirse de mamarracho y darse en espectáculo!...».”
“Pero, señores, señores, digo yo -repetía doña Rufina- ¿cuándo ha visto Ana que una señora fuese en el Entierro detrás de la urna con hábito, o lo que sea, de nazareno?...”
Ademas se encuentra el interes  por la ropa (en aquella epoca era importante y marcaba las diferencias entre las clases sociales)
“-¿Y el traje? ¿cómo es el traje? ¿sabe usted...?
-¿Pues no he de saber? -contestó doña Petronila, orgullosa porque estaba enterada de todo-. Ana llevará túnica talar morada, de terciopelo, con franjamarrón foncé...
-¿Marrón foncé? -objetó Obdulia-... no dice bien... oro sería mejor.
-¿Qué sabe usted de esas cosas?... Yo misma he dirigido el trabajo de la modista; Ana tampoco entiende de eso y me ha dejado a mí el cuidado de todos los pormenores.
-¿Y la túnica es de vuelo?
-Un poco...
-¿Y cola?
-No, ras con ras...
-¿Y calzado? ¿sandalias...?
-¡Calzado! ¿qué calzado? El pie desnudo...
-¡Descalza! -gritaron las tres damas.”
La religion toma una posición importante en cuanto la opinión del marido esta debajo de la fé ,del honor  y sobre todo de la promesa que ella habia hecho

“-…Ana le ha hecho comprender que se trataba de un voto sagrado, y que impedirle cumplir su promesa sería un acto de despotismo que ella no perdonaría jamás...”


“Recordaba que de rodillas ante el Magistral le había ofrecido aquel sacrificio, aquella prueba pública y solemne de su adhesión a él, al perseguido, al calumniado. Se le había ocurrido aquella tremenda traza de mortificación propia en la novena de los Dolores, oyendo el Stabat Mater de Rossini, figurándose con calenturienta fantasía la escena del Calvario, viendo a María a los pies de su hijo, dum pendebat filius, como decía la letra. Había recordado, como por inspiración, que ella había visto en Zaragoza a una mujer vestida de Nazareno, caminar descalza detrás de la urna de cristal que encerraba la imagen supina del Señor, y sin pensarlo más, había resuelto, se había jurado a sí misma caminar así, a la vista del pueblo entero, por todas las calles de Vetusta detrás de Jesús muerto, cerca de aquel Magistral que padecía también muerte de cruz, calumniado, despreciado por todos... y hasta por ella misma... Y ya no había remedio, don Fermín, después de una oposición no muy obstinada, había accedido y aceptaba la prueba de fidelidad espiritual de Ana; doña Petronila, a quien   -   ya no miraba como tercera repugnante de aventuras sacrílegas, se había ofrecido a preparar el traje y todos los pormenores del sacrificio..”

Finalmente Ana se arrepiente  por ella y por su marido de la decisión qua ha tomado pero, como ya ha hecho la promesa ,no puede echarse atras.La unica salida seria que hubiera lluvia y se suspendiera la procesion pero asi no fue.

“ También Ana miró al cielo muy de mañana, y sin poder remediarlo pensó ¡si lloviera! Lo deseaba y le remordía la conciencia de este deseo. Estaba asustada de su propia obra. «Yo soy una loca -pensaba- tomo resoluciones extremas en los momentos de la exaltación y después tengo que cumplirlas cuando el ánimo decaído, casi inerte, no tiene fuerza para querer».”
“«¡Y ahora, cuando era llegado el día, cuando se acercaba la hora, se le ocurría a ella dudar, temer, desear que se abrieran las cataratas del cielo y se inundara el mundo para evitar el trance de la procesión!».”…


“Ana pensaba también en su Quintanar. Todo aquello era por él, cierto; era preciso agarrarse a la piedad para conservar el honor, pero ¿no había otra manera de ser piadosa? ¿No había sido un arrebato de locura aquella promesa? ¿No iba a estar en ridículo aquel marido que tenía que ver a su esposa descalza, vestida de morado, pisando el lodo de todas las calles de la Encimada, dándose en espectáculo a la malicia, a la envidia, a todos los pecados capitales, que contemplarían desde aceras y balcones aquel cuadro vivo que ella iba a representar?”.

sábado, 21 de junio de 2014

el amor en la poesìa del siglo XVIII

El amor en la poesia del siglo XVIII

La poesia del siglo XVIII tuvo una gran importancia en el mundo literario. En la variedad de temas que se encuentran en los poemas de esta época unos de los mas importantes son el amor y las mujeres. Gracias a su escritura el poeta puede expresar sus sentimientos ,sean estos positivos o negativos.
“a los ojos de Dorisa” es un poema de Nicolás Fernandez de Moratin ,nacido en Madrid cursó estudios en el colegio de los jesuitos y posteriormente estudió en la universidad de Valladolid. Fue fundador de la tertulia de la “fonda de San Sebastiàn” donde se reunìa con otros escritores y sólo se permitìa hablar de teatro,toros,amores y versos.



En su poema habla de los ojos de esta mujer que él vió una “noche feliz”,la belleza de estos ojos es tan fuerte que él se queda mudo a su vista. El amor ,en este poema , se relaciona a los prados que “abril matiza” con nuevos flores ,toda la naturaleza participa cantando este sentimiento. Estos ojos son tan llenos de luz que el autor nos dice que cuando los vee se ciega y pide piedad
“Piedad, hermosas
lumbres divinas,
de quien amante
os solemniza.”


Parece que hay un contraste en el autor al que le gusta esta sensación de amor pero tiene miedo de esta atracción tan fuerte que desvia.






Otro poema en el que aparece el tema del amor es “el idilio VI a Galatea” de Gaspar Melchor de Jovellanos.  Este escitor ha dedicado muchas obras a esta ninfa y eso se puede ver gracias a las palabras “a la misma” que aparecen al principio del poema.
Aqui canta la belleza que exhibe su Galatea en el momento del despertar.
“No sale más galana             
por las doradas puertas                    
de Oriente, del anciano                    
Titón la esposa bella,            
que sales tú a mis ojos,          5        
oh dulce Galatea,                  
cuando a gozar del día                     
el blando lecho dejas;                       
ni más resplandeciente                    
su cara al cielo enseña          10      
la plateada luna,                   
que el tuyo tú a la tierra,                 
do imprimen hoy tus plantas            
la delicada huella.”               

Entre los versos 15 y 40 hace una descripción de la mujer, habla de la frente que brilla con la luz de la manana ,de las cejas negras ,de su voz y ,como en el poema analizado anteriormente, aqui tambien el tema de los ojos y de sus luz es muy importante.
“¿Quién me dará que junte              
del sol las luces bellas,          30      
las sombras de la noche                   
y el fuego de la esfera,                     
para pintar los brillos,                      
la gracia y la viveza              
de tus divinos ojos,     35      
oh dulce Galatea?                 
Absorta el alma mía             
los mira y los contempla,                 
sus luces la embriagan,                    
sus llamas la penetran.”.

Para la descripción de las mejillas, los labios, la boca y el seno toma metáforas lexicalizadas de Góngora y al final de la obra se puede encontrar su reelaboración del mito de Anajarete de Garcilaso. 

jueves, 22 de mayo de 2014

El Romanticismo: El Estudiante de Salamanca

El Estudiante de Salamanca, escrito por José de Esponceda, se publicaba de forma fragmentada en varios periódicos, hasta su publicación completa en 1840. La obra es un cuento en verso que pertenece al género literario del Romanticismo. Se trata de la obsesión de Don Félix por conquistar a cualquier drama en cualquier situación. Este comentario se aborda de un analisis del tema del amor dentro del poema y las características románticas que podemos identificar.

El romanticismo se desarrolla en una sociedad en la que la verdad absoluta no existe y en la que hay una consciencia modernista muy fuerte y un individualismo muy prominente. Se indentifica como un movimiento cultural y político que se desarrolla en la primera mitad del siglo XIX. Espronceda tuvo una vida muy romántica; tuvo un amor que se llamaba Teresa, pero se murió. Podemos  ver que un número de sus obras realmente se basan en el hecho de que perdió su amor. Una de las características románticas más claras que destaca en El Estudiante de Salamanca es la idea del amor y los amores de gran contraste; el amor y el desamor.

 Se trata de un joven burlador que se pone a seducir a una monja. El Estudiante de Salamanca relata la historia de Félix de Montemar, un donjuán típico; un seductor compulsivo, que seduce a Elvira. Él es un "héroe satánico". Montemar no destaca por su donjuanismo, sino por su sataismo. Vemos como el hombre romántico busca una huida a través de tiempo y espacio, y en El Estudiante de Salamanca, vemos como no se siente justo en su mundo así que busca la felicidad perdida en espacios exóticos. Un elemento típicamente romántico es el hecho de que los escritores combinan los géneros y mezclan verso y prosa. Aquí, vemos que la historia del estudiante tiene una doble adscripción genérica; el cuento y la leyenda.

Con lo que se refiere a los personajes y narradores románticos, el protagonista es el prototipo de personaje romántico: libertino, provocador, valiente. Podemos comparar el personaje de don Félix con el Don Juan Tenorio  de Zorrilla dado que son dos personajes muy parecidos en su concepción y también sus hábitos como personajes. Zorrilla le salva gracias al amor de Dona Inés y en El Estudiante de Salamanca, observamos que a pesar de que hay reminiscencias aún de amor por parte de dona Elvira, don Félix se condena por su obstinación. El tema romántico que comparten los dos textos es el amor más allá de la muerte.

Otro elemento muy típico del romanticismo es la consideración del poeta como capaz de reflejar una realidad más compleja. El diálogo y la descripción de Félix de Montemar es muy explícita, con mucho detalle y como el lector o oídor, nos dice mucho con lo que se refiere a sus sensaciones y pensamientos.

Cifró en don Félix la infeliz doncella
toda su dicha, de su amor perdida;
fueron sus ojos a los ojos de ella
astros de gloria, manantial de vida.
Cuando sus labios con sus labios sella
cuando su voz escucha embebida,
embriagada del dios que la enamora,
dulce le mira, extática le adora.


Este fragmento es un buen ejemplo de la importancia del amor y la descripción en este cuento. El uso de léxico muy específico muestra realmente cuanto le ama y cuanto le adora. El uso de repetición también muestra el extento de sus sentimientos.

De una manera típicamente romántica, el autor se hace referencias a otras leyendas, Don Juan Tenorio incluso.

    Segundo Don Juan Tenorio,
    alma fiera e insolente,
    irreligioso y valiente
    altanero y renidor.


También podemos ver que ciertos elementos de otros textos también entran en la obra; una tumba de dormidos vivientes, que hace referencia a las ciudades como tumbas en las obras de Larra:

    Era más de media noche,       
    antiguas historias cuentan,       
    cuando en sueño y en silencio       
    lóbrego envuelta la tierra,       
    los vivos muertos parecen,   
    los muertos la tumba dejan


El hecho de que la lámpara alumbra una imagen de Jesús muestra la importancia de la religión el la vida del personaje y la sociedad y época en la que vive. La luz brillante destaca la imagen religiosa y podríamos decir que la destaca porque es el elemento más importante en las vidas de los ciudadanos durante esta época. Como ya sabemos, la Iglesa era un instituto muy importante, asi que la religión dominaba la vida de los habitantes.

     [...] que la lámpara que alumbra        
    una imagen de Jesús,       
    atraviesa el embozado       
    la espada en la mano aún,       
    que lanzó vivo reflejo       
    al pasar frente a la cruz.


Un elemento característico del romanticismo presente en este texto es la idea de un mundo imaginario y fantástico. Es un mundo ilógico y todo lo que paso dentre de este lugar realmente no tiene sentirdo. Los primeros versos nos sitúan en un marco urbano casi encantado donde los sustantivos y adjetivos recrean este ambiente de lo fantástico: “lóbrego” (v. 4), “muertos” (v.5), “tumba” (v.6), “fantasmas” (v. 11), “campana” (v. 15), “maldición” (v. 18), “brujas” (v. 20). También, al final del cuento, para remitir a la aparición diabólica, ancla en la tradición oral, una característica fundamental en las obras románticas. Esto destaca aún más el concepto del mundo fantástico y las apariciones de elementos ilógicos. Un romántico encuentra en su sueño  la posibilidad de eludir la realidad y viajar hacia el misterio. Esto se hace muy claro en los personakes solitarios que viven al margen de las normas establecidas, por ejemplo Don Juan Tenorio y Don Quijote.


domingo, 18 de mayo de 2014

Don Juan Tenorio: Desenlace Desdichado

Don Juan Tenorio es una obra religiosa-fantástica escrito por Jose Zorrilla, publicado en 1844. Este pequeño comentario se aborda del tema del amor en esta obra, el tercer acto de la segunda parte en particular. Uno de los temas más prominentes es el amor imposible, asi que aquí veremos un análisis breve sobre el tema del amor en este drama romántico.

Como ya sabemos, la obra se divide en dos partes. Vamos a centrarnos en la segunda parte, donde todo sucede por la noche en el mundo de ultratumba. Esta escena nos sitúa unos cinco años después de marcharse a Italia, cuando Don Juan regresa a España y se encuentra con que la casa de su padre ha sido convertida en panteón, y la tumba de Doña Inés . Dado que es una obra fantástica, sale su espíritu y le dice que Dios le ha dado una oportunidad pudiéndole esperar en su tumba, a cambio del arrepentimiento de pecados cometidos de Don Juan. Regresa al Panteón donde habla con Gonzalo y está a punto
de ser llevado al infierno:

 "Eso es, don Juan, que se va    
concluyendo tu existencia,    
y el plazo de tu sentencia    
fatal ha llegado ya"


Gracias al amor que tenía por Don Juan, aparece Doña Inés y el Dios le concede el cielo a éste:

"Yo mi alma he dado por ti,    
y Dios te otorga por mí    
tu dudosa salvación"



Aquí, como el lector, se puede ver un ejemplo perfecto de uno de los temas centrales; la salvación del pecador por amor, y el hecho de que la fuerza del amor consigue transformar la personalidad y el espíritu. El amor imposible destaca en la obra y como ya sabemos, Dona Inés muere de pena porque no pueden estar juntos. Esta escena muestra el poder del amor y como puede cambiar a cualquiera.
Otro elemento característico de las obras románticas es el uso de los lugares solitarios, y en esta escena, el lugar más importante es el cementario. Como una obra fantática, Zorrilla nos situa en una situación surrealista; las estatuas cobran vida, las sobras hablan y se hace una idea idealizada del cielo y del infierno.

En esta obra, y también otras obras románticas, destacan los monólogos de los personajes. El tercer acto de este teatro se divide en cuatro escenas, y la ultima es sólo un diálogo recitado por Don Juan, en el cementario donde termina el teatro. Los monólogos y diálogos presentes en la primera parte de la obra son breves, sin embargo en la segunda parte, son mucho más extensos, dramáticos y profundos. El monólogo de Don Juan, que termina el teatro transmite profunda emoción:


 
 Clemente Dios, ¡gloria a Ti!    
Mañana a los sevillanos    
aterrará el creer que a manos    
de mis víctimas caí.    
Mas es justo; quede aquí    
al universo notorio,    
que pues me abre el purgatorio    
un punto de penitencia,    
es el Dios de la clemencia    
el Dios de DON JUAN TENORIO





Don Juan Tenorio destaca como un drama romántico por su contenido profundamente fantástico; las almas, sombras, estatuas que hablan, por ejemplo. Otro elemento que le hace destacar es el hecho de que termina de una manera muy característica del género del teatro romántico; un final trágico. Se caracteriza por la muerte de dos enamorados, así que podemos decir que es un desenlace desdichado. Los dos personajes mueren juntos, y asi termina la obra. Salen sus almas y les lleva al cielo en este mundo fantástico, surrealista y distante.